Hay quien dice que ya no hay ideas frescas y nuevas en el cine de hoy en día. Algunos afirman que ya se ha inventado todo y que solo triunfarán las secuelas y remakes de viejos clásicos modernizando sus efectos especiales. Yo niego estas afirmaciones. Si algo ha demostrado este 2015 es que todavía hay muchas historias que contar como esta Dope, un título del siglo veintiuno con influencias de los ochenta y los noventa pero con un espíritu totalmente actual.
Los tres protagonistas, a imitación de los bicivoladores de Brian Trenchard-Smith, son amigos desde la infancia y recorren su ciudad sorteando mil peligros para poder sobrevivir. No es fácil vivir en su barrio, allí o perteneces a una banda y acabas en la cárcel o muerto en un tiroteo o por el contrario eres considerado un friki, alguien que pasa desapercibido y que no merece ninguna consideración e interés. Por suerte o por desgracia han elegido los tres, los dos afroamericanos y el latino, la puerta b lo que les ha permitido sobrevivir en esa jungla urbana llamada Inglewood, en California, donde el tráfico de droga está a la orden del día, donde la violencia es el único lenguaje de la calle y donde la música rap y hip hop se utilizan como denuncia social.
Spike Lee ya nos retrató estos barrios marginales en los ochenta y John Singleton en los noventa nos presentó a sus chicos del barrio, ahora un alumno aventajado como es este Rick Famuyiwa recoge el testigo de los dos anteriores y muestra la cara más amarga, cruel y desesperanzadora de estos pequeños guetos donde impera la ley del más fuerte.
Esta vez no se pasearán amables y encantadores chicos como Christopher Reid o Robin Harris bailando por las house party ni habrá amables abuelitas cocinando galletitas para dárselas a sus nietas, estas están en la calle peleando en un mundo de hombres intentando no cometer los mismos errores que sus madres, escapando del analfabetismo y de embarazos no deseados. Es un mundo que les ha dado la espalda y que lo que más desea es que no triunfen en la vida.
Esto es lo que quieren evitar a toda costa estos tres nerds fracasando en su intento pues allí todo el mundo al final cae en las redes de la delincuencia ya sea para prosperar como el reputado alto cargo extorsionado por Malcolm o para caer en un pozo sin salida. La única diferencia es que estos tres amantes de la cultura, música y moda hip hop de los noventa son más listos que la mayoría y usarán todos los conocimientos y contactos que adquieran para su propio beneficio, un beneficio que les reportará fama, dinero y lo que es más importante bienestar ¿lejos de ese lugar?
La mezcla de elementos modernos como puedan ser el uso y abuso de nuevas tecnologías como los móviles, tablets, dvds e internet, la escena de la joven desnuda bajo los efectos de la droga en youtube por ejemplo, con otros de pasadas décadas como la formación de una banda de música con batería incluida ya casi extinto o la manera de vestir, peinar o hablar a lo Príncipe de Bel- Air funciona muy pero que muy bien haciendo que viajemos en el espacio y en el tiempo a una realidad soñada y difícil de imaginar.
Como es lógico el director necesita una banda sonora potente y dura que sirva para crear una atmósfera especial en todas las escenas con alto contenido violento y sexual del film. Es por eso que se ha decantado como no podía ser de otro modo de temas hip hoperos de grupos tan importantes y cañeros como Nas, Public Enemy o de la banda ficticia creada por estos tres adolescentes llamada Awreeoh.
Dope en ingles significa droga y en lenguaje hip-hop “guay”. Si juntamos ambos descubrimos cual es la verdadera naturaleza de esta película. Dope es la historia del descubrimiento del mundo de la droga por parte de gente guay. Un mundo con armas reales que pueden matar o matarte.