El concepto de familia es España está cambiando, el modelo de la misma también. De chica en chica no solo nos cuenta los amores y desamores de una joven que vive su sexualidad libremente alejada de ataduras, también presenta un tipo de familia moderna a más no poder en la que tienen cabida todo tipo de relaciones y en la que solo importa la vida de los hijos. Su directora, la desconocida al gran público Sonia Sebastián, se rodea de un amplio equipo femenino. Así, la presencia masculina es más bien escasa y con poca trascendencia, si exceptuamos el guion escrito a tres bandas con Ángel Turlán, para contarnos la historia de una peculiar familia donde todo gira alrededor de una niña y una fiesta muy especial. Por esto y aunque hay gags dirigidos a todo tipo de espectador, De chica en chica se maneja con hilos color de rosa que hará que tenga mayor aceptación por parte del público femenino. Eso no quiere decir que esta producción, de bajo coste, solo pueda ser consumida por las mujeres y los colectivos liberales, pero no cabe duda que se verán más identificados con algunas de las situaciones y escenas que desfilan ante sus ojos.
Toda la trama, todos los personajes que aparecen y todo lo que ocurre tiene lugar en una casa y sus alrededores, en este caso un bonito chalet con jardín y piscina pagado a partes iguales entre varios de los componentes de esta gran familia. Parece que las subvenciones en el cine español por parte del estado van siempre dirigidas a grandes producciones y no se decide arriesgar un euro por este tipo de films alejados del conservadurismo y más cercanos a la realidad actual.
Todos los actores y actrices protagonistas y secundarios de esta película han decidido en este momento salir del armario, decir la verdad o confesar todo lo que sienten de verdad para que se resuelvan los conflictos de la mejor manera posible. Parece que entre amigos todo es mucho más fácil. Será un día que dará para todo, incluyendo visitas inesperadas del extranjero con cameos tan sorpresivos como la desaparecida en combate Jane Badler, la Diana come ratas de la serie ochentera V, o graciosos embarazos con parto incluido que siempre dan mucho juego por el lenguaje expresado, una mezcla de improperios e insultos a cual más bestia.
Se agradece que Sonia Sebastián sea respetuosa con el público incluyendo escenas subidas de tono con pocos rombos donde cobra más importancia lo que se intuye que lo que se ve. Un medicamento contra los irrespetuosos y contra los que agreden o dirigen sus ataques a la libertad sexual de cada uno con un prospecto que advierte: Lea con atención las instrucciones de este film y consulte a su director.
De chica en chica es una comedia de enredo de hoy en día que habla del amor sin etiquetas, con mujeres que hablan de sexo y que se expresan con total normalidad sin temer las consecuencias de sus actos. Un cuento con mensaje y final esperado donde intuimos que todos vivieron felices y comieron perdices. El selfie del final nos recuerda a películas del pasado ¡Cómo han cambiado los tiempos!
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