No sé porque me da que hasta junio algunos de los títulos que están por llegar van a recordarnos que este es año de Mundial de fútbol. Cavernícola es uno de ellos y aunque al principio parece que va de otra cosa el segundo y el último acto se encargan de sacarnos de nuestro error ¡lo del partido final es una clara pista! Si alguien se imagina que Cavernícola, lo último del genial Nick Park, se parece en algo a Los Croods está muy pero que muy errado. Debe ser que no ha visto nada del trailer promocinal o no le han contado absolutamente nada del argumento. Cualquier semejanza con la producción de Dreamworks es pura coincidencia, si acaso las desastrosas cazas de la tribu de Dug o de la familia de Eep o la presencia de peligrosos animales gigantes por los alrededores y más allá.
El creador de La oveja Shaun se ha olvidado de búsquedas de fuego o de tierras prometidas y solo le interesa el enfrentamiento deportivo que no bélico entre los hombres salvajes de la Edad de Piedra y los avanzados e inteligentes ciudadanos de esa villa de bronce. El descubrimiento de nuevas minas de este metal, ahora el más valioso de todos los conocidos, ha propiciado que Lord Nooth a imitación del Thulsa Doom de Conan, el Bárbaro pretenda destruir el hogar del protagonista y esclavizar a sus amigos. Solamente un partido de futbol, deporte que parece que todos han inventado, podrá decidir el destino de unos cuantos y escribirá una nueva página en la prehistoria.
Esta nueva versión animada en stop motion de Apocalypto, la sociedad más avanzada se come a la antigua y le enseña todo tipo de creaciones e inventos modernos, armas y medios de transporte incluidos, carece de violencia y mal humor. La idea es que sea consumida por un público infantil que disfrutarán como enanos con las distintas aventuras y ocurrencias de esta tribu tan peculiar y de algunos animalitos que parecen más listos que los humanos, como por ejemplo el cerdo mascota del futuro líder de esa banda o equipo no profesional, la paloma mensajera de la reina o el violento pato que merodea por allí buscando nuevas presas a las que poderlas hincar ¡los dientes! Algunas otras cosas no las entenderán o no las habrán visto antes ¡atención al guiño de la pelea de dinosaurios que rinden tributo a películas antiguas de serie b en color o en blanco y negro y a la cucaracha con gafas de sol!
He querido dejar para el final todo lo que tiene que ver con el final game, toda una manifestación de la imaginería del director referida a un campo de fútbol y todo lo que rodea a ese mundo fijándose sobretodo en los aficionados, el árbitro, equipos y parafernalia variada. En cierta manera me recordaron algunas de las jugadas a series antiguas de mi juventud con catapultas infernales o tiros combinados y a cierta saga cinematográfica también con patos que vuelan, esta vez sobre el hielo y armados con sticks. Los mejores jugadores ya no los encontramos en los Fifa o Pro Evolution Soccer sino en este césped de hierba natural, un grupo de deportistas que antes fueron cazadores y que ahora gracias a la unión y al trabajo colectivo, con muchas ganas, son una familia feliz que pretende vivir en paz y armonía lejos del mundanal ruido y algarabía de la gran ciudad. Val intentará que consigan ese fin aunque tenga que derrotar a los suyos ¡los sueños a veces se hacen realidad!
Varios son los mensajes que podemos agenciarnos en Cavernícola, todos muy de moda hoy en día, algunos tópicos del mundillo futbolero como la unión hace la fuerza, no hay enemigo pequeño, el esfuerzo obtiene buenos resultados y la deseada recompensa, algunas veces se gana y otras se pierde, las trampas y juego sucio no pueden ser permitidos y otros como que la mujer puede a veces competir con el hombre en todo tipo de deportes o que a veces los que se creen más listos o poderosos al final no lo son tanto y reciben un castigo por sus malas intenciones y peores acciones y esta vez ni todo el bronce del mundo podrá salvarlos.
Como el conejito guasón, Nick Park va dando saltos de un lado para otro sin llegar a profundizar en nada, pasando de un charco a otro eso sí a una velocidad de vértigo. Consigue entretener pero sin convencer, seguramente dejándose para más adelante películas con más chicha ¡lo de Dug cayéndose por el graderio es una señal de los posibles peligros de la taquilla! Demostrado queda con esta Cavernícola y lo que ya cargaba en la mochila detrás que lo suyo es la animación, a la próxima espero ver también virguerías más sonadas en el guion.
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