Billy Lynn

Billy Lynn y su largo paseo durante el descanso

Billy Lynn, soldado de primera del ejército estadounidense en la guerra de Irak del segundo Bush es captado por la cámara abandonada de un corresponsal durante una escaramuza con insurgentes cuando evita que su superior sea capturado como rehén. Ello provoca que él y sus compañeros de unidad, los popularmente llamados Escuadrón Bravo, sean llevados a una gira de dos semanas por Estados Unidos para ayudar a cambiar la percepción que los ciudadanos tienen de esta impopular guerra. El evento final será una aparición en una televisión nacional durante el intermedio del partido de Acción de Gracias, y esas horas serán las que acompañemos al protagonista para descubrir su historia.

Billy Lynn

Una novela de Ben Fountain es la excusa para que Ang Lee nos presente una historia que ya conocemos, que las guerras las libran personas individuales, con sus vidas, sus motivaciones, sus miedos y sus ilusiones. Y que igual que siempre hay una familia detrás, siempre hay alguien dispuesto a sacar beneficio. Lo bueno es que Lee nos la cuenta con su pericia técnica y su uso heterodoxo de las herramientas narrativas para destacar las emociones de los personajes al margen de sus palabras. Salvo la elevada velocidad de filmación de la que hace gala el estudio, no es que sean técnicas innovadoras, sino que no solemos verlas a menudo aplicadas en este género.

El reparto también ayuda. Además de un buen número de caras conocidas, probablemente atraídas por el prestigio profesional de trabajar con un director con dos Óscar, el debutante Joe Alwyn encarna a Billy Lynn, el involuntario protagonista, adaptándose muy bien al papel de adolescente al que todo esto le viene grande y que preferiría estar en otro sitio. Habrá que esperar a ver sus películas posteriores para ver si se debe ciertamente a su talento o se queda en mero intento de relevo generacional de Matt Damon.

Billy Lynn

Sin embargo, en Billy Lynn falta conflicto para mantener la tensión del espectador por conocer el desenlace. El conflicto externo ya ha pasado. Se nos mostró justo al principio y lo recordamos en flashbacks, así que ya sabemos lo que sucede. Y el conflicto interno del personaje nunca llega a aparecer, nunca hay un momento en que verdaderamente parezca capaz de cambiar de opinión. Ello, unido a esa sensación de historia conocida comentada anteriormente hace que la película se nos antoje innecesaria. Podría ser una más de esas películas pasables, pero no llega.

Más parece un ejercicio técnico a medio gas de un director que o bien prefiere descansar trabajando en algo menos ambicioso que sus últimas películas, o bien quiere ensayar técnicas concretas con una historia sencilla antes de volver a meterse en una cinta compleja.

https://www.youtube.com/watch?v=zAIGukGFTvs

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