Ahora que llega el verano todo el mundo está deseando que lleguen las vacaciones. Tiempo para descanso, recargar pilas y disfrutar con los amigos. Como Richard, Gilles y Phillipe que en Entre amigos han decidido pasar unos días navegando en un yate con destino a Córcega. Acompañándoles están sus esposas y parejas que prometen emociones fuertes. Acompañemos a estos aventureros en su viaje a la mer de Charles Trenet. Un océano que sacará lo mejor y peor de cada uno de ellos. Seis pasajeros con tres historias pasadas llenas de oscuros episodios que serán revelados en los momentos más inoportunos. A su lado un capitán de barco amante de la música de guitarra y una bella marinero que hará morir de celos a más de una.
Las actividades a bordo del barco son muchas y variadas. Pesca con arpón, improvisado curso de navegación, hermosas puestas de sol con la mejor compañía y descanso en litera en camarotes algo menudos. Si uno es capaz de superar todas ellas se le obsequiará con el carnet de superviviente. Como traca final y fin de fiesta y servicios una tormenta debe servir para unirlos a todos después de ciertas desavenencias. Al fin de cuentas los amigos de verdad se cuentan con los dedos de una mano y perderlos por tonterías no es una opción que seduzca a nadie.
La influencia de otras películas sobre náutica como Master and commander y Cuando todo está perdido protagonizada por Robert Redford es muy clara y queda demostrada sobre todo en la lucha encarnizada entre hombre y mar agitado que dejará terribles secuelas y un navío destrozado.
El niño que hay dentro de cada uno sale a la luz cuando se junta y comparte momentos con sus amigos y si el alcohol hace acto de presencia entonces esto no hay quien lo pare. Los cincuentones de Entre amigos lo saben bien. Las verdades se comen a las perpetuas mentiras que antes ocultaban los sinceros pensamientos que nunca se atrevían a pronunciar con palabras. Juicios de valor y propias inseguridades humanas que a todos nos acompañan siempre. Si son capaces de dominarlos y usarlos en su propio beneficio entonces llegarán a buen puerto aunque sea a bordo de una balsa de plástico y remando con las manos.
La comedia francesa se viste de corto y con traje de baño en este crucero mágico de Olivier Baroux con actores que ya no son enemigos en orfanatos con coros de niños sino grandes amigos, con otros que son estrellas en su país como Daniel Auteuil y tres bellas mujeres de armas tomar que pasan de ser adictas al trabajo, al teléfono móvil y a otros placeres mucho más peligrosos a ser unas maestras en el uso del nudo marinero que consiga echar el lazo a su pareja. Contra viento y marea, contra todo aquello que puede separarlos los seis lucharán con todas sus fuerzas superando la gran prueba de este viaje bajo la luz de la luna u otra más irreal de artificio.
Esta Entre amigos, séptimo film del director francés, lleva a la pantalla grande sus propias vivencias de juventud como el anhelo de dejar de fumar en alta mar, gente enferma a bordo, etc… Si la compañía no es de nuestro agrado la convivencia dentro de un barco puede ser insoportable con escenas del mejor vodevil y de culebrón venezolano. La idea de Richard Grandpierre y Eric Besnard, se traduce en este guion repleto de situaciones divertidas que no compiten por ejemplo con el drama que supone descubrir que tu mujer te ha sido infiel, lo complementan. Eso es la vida, momentos malos y buenos en una pareja. A veces hay que perdonar ciertas cosas para superar las crisis. Después de la tempestad viene la calma.
El amor y la amistad deberían poder con todo. En Entre amigos se intenta.